martes, 16 de diciembre de 2008

Características del Renacimiento



El culto a la Antigüedad Clásica, de la que se estimaban los valores literarios y los modelos de la vida. El mundo clásico descansaba sobre una concepción antropocéntrica y materialista de la vida, y su conocimiento supuso el descubrimiento del hombre, de sus instintos y su razón, y de la vida material de sus placeres y belleza.



Frente a la actitud teocéntrica medieval, el renacentista se situaba en el centro del mundo.
La inteligencia era una potencia a descubrir y conocer por sí misma.


Se mostraba gran interés por lo que el hombre había realizado o podía realizar.
Descubrimiento y valoración de la Naturaleza como modelo de belleza.


Concepto de belleza basado en la armonía, el equilibrio, la concentración y la serenidad.
El hombre empezó a desarrollar por igual sus facultades físicas (con el dominio de las armas) y espirituales (las letras).


El canon que mide todos los escritos o poemas llamado métrica.


Se separa lo natural de lo sobre natural, porque lo que es más importante es el hombre y su entorno se puede probar científicamente, mientras que lo no natural es una creencia (no se puede demostrar).


El ideal en el que se busca lo inalcanzable, lo perfecto.


La naturaleza ideal: La idea de una naturaleza más bella de lo que se puede imaginar.


El amor al saber, ya que el hombre es el centro de sus preocupaciones, su sabiduría es su saber.


La naturalidad


El predominio de la razón sobre la fe.


Causas por las aparece el Renacimiento



Los intelectuales del Renacimiento, que se habían formado en el estudio de la cultura grecolatina, recibieron el nombre de humanistas. El humanismo es la forma cultural que se centra en el estudio del hombre frente a la época medieval, cuyo centro era Dios.


Se llama humanismo al movimiento intelectual del Renacimiento, que revaloriza la dignidad del espíritu humano, enlazando la cultura de la época con la de la antigüedad clásica. El humanismo, es por tanto, el aspecto filosófico y literario del renacimiento. El humanista es el escritor, pensador, que no se limita al estudio de la teología, como en los siglos pasados, sino que da gran importancia al estudio de las Ciencias Humanas y en especial de las lenguas clásicas, latín y griego. Numerosas obras escritas en la antigüedad y prácticamente olvidadas desde nuevos puntos de vista. La lingüística progresó ampliamente, pero los humanistas no se limitaron a un aspecto técnico en sus estudios, sino que buscaron en los escritores de la antigüedad la confianza en la inteligencia del hombre y el amor a la naturaleza. Las ideas y los escritos de los humanistas tuvieron una gran difusión, gracias a un invento: la imprenta.


El humanismo tuvo su cuna en Italia, donde el recuerdo de la antigüedad romana era muy fuerte, y lo gótico había tenido muy poco vigor. A la influencia de lo latino viene a unirse la de la cultura griega desde que a finales del siglo XIV se van estableciendo en Italias pensadores Bizantinos, huidos de los turcos. Se ha demostrado la importancias de Dante, Boccaccio y sobre todo de Petrarca, como precursores del Renacimiento literario y del nuevo espíritu humanista. Sobre esta base iniciadora actuará la realidad social de la época para permitir un mayor desarrollo del humanismo.


Las ideas de Aristóteles, tan estimadas por los escolásticos medievales, son arrinconadas frente a un Platón recién descubierto.


El humanismo se extiende a los demás países europeos y es precisamente fuera de Italias dónde surge la figura más impresionante de la cultura humanista, Erasmo de Rotterdam. Realizó una erudita edición del Nuevo Testamento, y se preocupó en otras obras, como el Enchiridión, de divulgar el pensamiento humanista cristiano.


Otros humanistas importantes fueron: el Papa Pío II, Santo Tomás Moro, Juan Luis Vives, Antonio de Nebrija, Guillermo Budé...


Causas por las que aparece el Renacimiento en Europa y España:


En Europa las condiciones de vida habían mejorado y había una expansión económica cuyos principales protagonistas eran los comerciantes, banqueros y artesanos, y las ciudades, el marco dónde se desarrollaba. Pero si existía una concentración del poder en manos de los monarcas. Las mejores comunicaciones y la invención de la imprenta hicieron posible una rápida expansión de la cultura renacentista.


El Renacimiento nación en Italias debido, sobre todo al gran desarrollo económico que tenían ciudades como Venecia y Florencia. En Italia no había penetrado con tanta fuerza el feudalismo y el recuerdo de su pasado clásico se mantenía aún vivo. Ciudades ricas y estados independientes protagonizaron el Renacimiento italiano.


La reforma protestante:


A comienzos del siglo XVI, una profunda crisis se manifestó en la iglesia católica, que como consecuencia de la misma quedó dividida. Al centro y al norte de Europa fue dónde triunfó la nueva doctrina luterana. El Papa León X condenó las oposiciones de Lutero y finalmente excomulgó. Los puntos fundamentales de esta doctrina son:


La salvación se debe sólo a la fe y no a las buenas obras.


Cada persona puede interpretar libremente la Biblia y no hay obligación de aceptar la interpretación de la iglesia.


El Bautismo y la Eucaristía son los dos únicos sacramentos verdaderos.


El papado no es una institución creada por la voluntad de Jesucristo.


El culto a la Virgen y a los Santos ha de suprimirse.


Las indulgencias no sirven para redimir las penas debidas por los pecados.


La crisis religiosa ha de situarse en el marco de la profunda transformación de Europa en el Renacimiento.


El triunfo de la reforma se debió a diversos, motivos siendo los más importantes los siguientes:


La relajación de la disciplina eclesiástica.


El conflicto propiamente religioso consistió en discusiones sobre puntos doctrinales, como era la autoridad el Papa o del concilio


La oposición nacionalista que existía en Alemania contra Roma, sede del Papa.


La nueva moral de la burguesía, que buscaba tranquilizar su conciencia ante la acumulación de bienes.


La actitud crítica y nacionalista de los humanistas, teólogos u artistas.


La oposición de los príncipes alemanes a la autoridad del Emperador Carlos V.

El pensamiento renacentista.



- Abandonará las pretensiones del pensamiento medieval.
- Frente al teocentrismo medieval, el Renacimiento, sin olvidar a Dios, convierte al hombre en el centro de sus intereses.
- Hará del hombre un ser más crítico e individualista.
- Pone sus ojos sobre la vida y sobre las cosas terrenas.
- Este espíritu fue incubado en las Academias, al margen de las Universidades.
· Descubrieron una nueva forma de rigor intelectual.
· Desarrollo del espíritu crítico.
· Respeto por la libertad de opiniones.
- En Florencia bajo la protección de Lorenzo de Médicis, aparecen la figuras de Marsilio Ficino y Pico de la Mirandola.
· Intentan armonizar las tesis platónicas con las cristinas.
· Aspiran a fundamentar una religión natural y universalista en la razón.
· Encubrirán al hombre al más alto lugar de la naturaleza.
· Contemplan al hombre como un ser dotado de libertad.

La cultura renacentista.





- Recuperación económica, demográfica y comercial a partir 2ª mitad XV.
- En ningún sitio se observan como en Italia los signos de los nuevos tiempos:
· Burguesía en estado puro.
· Autonomía de las ciudades, cuna de la secularización occidental.





Transformación de las capas sociales.
- Debido a la extensión del comercio y al nuevo sistema fabril.
- Aparece la clase media y una burguesía que desafía a la nobleza rural.





- El individualismo, el culto a la “virtud” subjetiva del empresario.
- Se produce un cambio en la concepción del tiempo, el dinero y la política.
- La mentalidad religiosa no tiene fuerzas para penetrar en todos los niveles del mundo.
- Comienza el proceso de secularización de la cultura moderna europea.





- Basado en la libertad de acción y la eficiencia.
- Dios gobierna el mundo, pero el hombre puede transformarlo.
- El saber técnico es una actitud antidogmática frente a la naturaleza y sus leyes.

EL HUMANISMO:



Fue la traducción literaria del espíritu del Renacimiento. Su característica más destacada fue un amor, a veces exagerado, por el mundo clásico, griego y latino, que llegaron a idealizar. Las ruinas enterradas y olvidadas durante siglos fueron cuidadosamente removidas para encontrar en ellas esculturas, capiteles, grecas y cualquier rastro de las civilizaciones clásicas que fueron reverenciadas con unción religiosa. Las casas de los nobles, de los clérigos o de los comerciantes ricos, que durante la Edad Media apenas si se habían adornado con algún tapiz o imagen religiosa, se llenaron de bustos, esculturas, ánforas y jarrones griegos y romanos. Las damas leían en su versión original las obras de los poetas antiguos, y junto con el arte resucitó una pasión por el bien decir y por la literatura, que tenía el hombre como tema central. Los precursores del gran movimiento literario humanista fueron tres italianos del siglo XIV, hombres de la Edad Media que se adelantaron al sentir de su tiempo y que deben ser considerados como los precursores del gran movimiento humanístico y renacentista de los siglos XV y XVI: Dante, Petrarca y Bocaccio. Dante Alighieri (1265-1321) nació en Florencia y se dice que a los nueve años de edad se enamoró de una niña llamada Beatriz que murió a los veinticuatro. Dante idealizó de tal modo este amor que la inmortalizó en varias de sus obras, especialmente en La Divina Comedia.



A consecuencia de sus ideas políticas fue desterrado de Florencia y durante el tiempo que permaneció ausente de su patria escribió este poema considerado como el más notable de la literatura italiana. En La Divina Comedia, escrita en tercetos endecasílabos y a lo largo de cien cantos, describe la peregrinación del propio autor acompañado por Virgilio, su poeta favorito, que le lleva a visitar los círculos del Infierno, del Purgatorio y del Cielo, donde encuentra a Beatriz, lugar al cual no le acompaña Virgilio. Se considera el poema más importante desde los que escribiera Homero y dio lugar a un género denominado "alegórico dantesco" en el que el más allá, la muerte y los problemas de la salvación estaban tratados con prioridad. Dante colocó en distintos círculos del otro mundo sucesos y personajes que él había conocido o tratado en su desgraciada vida, pues triste y desgraciada fue la existencia del florentino, aunque después de su muerte fuese ensalzado con la máxima gloria de su patria. Francisco Petrarca (1304-1374) fue un gran poeta lírico que cantó a Laura, una mujer real y que además se cree estaba casada, por lo que el amor del poeta fue puramente platónico. Sus Canciones son de una gran delicadeza. Su amigo Juan Bocaccio (1313-1375) también tuvo una mujer que le inspiró, Fiammetta, pero es poco conocido por su traducción poética y más famoso por El Decamerón, una colección de un centenar de cuentos, algunos muy libres y hasta obscenos, que relatan un grupo de jóvenes refugiados en una quinta cercana a Florencia donde se han reunido para huir del flagelo de la peste. Como son diez, y cada uno explica un cuento diario y están aislados diez días, el conjunto consta de cien novelitas. Estas tres grandes figuras fueron propiamente anteriores al Renacimiento porque murieron en el siglo XIV, pero deben ser estudiados como los primeros humanistas.

Frases de Leonardo Da Vinci.



"He ofendido a Dios y a la humanidad porque mi trabajo no tuvo la calidad que debía haber tenido."




"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte."




"Reprende al amigo en secreto y alábalo en público."




"Verdaderamente, el hombre es el rey de los animales, pues su brutalidad supera a la de éstos."




"Quien no castiga el mal, ordena que se haga."




"La naturaleza benigna provee de manera que en cualquier parte halles algo que aprender."








El RENACIMIENTO -texto-




El Renacimiento es uno de los grandes momentos de la historia universal que marcó el paso de mundo Medieval al mundo Moderno. Es un fenómeno muy complejo que impregnó todos los ámbitos yendo por tanto, más allá de lo puramente artístico como ha querido verse.


Para muchos autores empieza en 1453 con la conquista turca de Constantinopla. Según otros es un nuevo periodo que surge desde el descubrimiento de la imprenta, e incluso se considera que no se produce hasta que Copérnico descubre el sistema heliocéntrico; pero la fecha tope es 1492, con el descubrimiento de América.


El término Renacimiento deriva de la expresión italiana rinascita, vocablo usado por primera vez por el literato Petrarca y revalorada por el arquitecto y teórico Giorgio Vasari, que la delimita en el mismo momento histórico en que tuvo lugar este movimiento cultural. Vasari lo acuÒa en su obra Vidas de los más ilustres artistas para referirse a un movimiento que hace resucitar en el arte y la cultura los valores espirituales de la antiguedad clásica. El término no empieza a utilizarse hasta el siglo XVI, pero no será consagrado en sentido histórico, social y cultural hasta mediados del siglo XIX.




Será a partir de este momento cuando ya cobrará fuerza el redescubrimiento del hombre como individuo, el redescubrimiento del mundo como armonía y realidad que rodea al hombre liberado de todas las preocupaciones religiosas.El Renacimiento es ante todo, un espíritu que trnasforma no sólo las artes, sino también las ciencias, las letras y formas de pensamiento. En su conjunto se ha visto una clara reacción al espíritu teológico de la Edad Media, sin embargo la ruptura no se produce de manera violenta porque no pocas de las concepciones que se van a desarrollar tuvieron su origen durante el medievo, y esto es claramente apreciable en el terreno artístico.




Durante buena parte del siglo XV perviven las formas del arte medieval, iniciándose una convivencia entre los clasicismos, que poco a poco van a ir imponiéndose a los elementos góticos en autores como Brunelleschi o Fra Angelico que ensayan movimientos que posteriormente se van a desarrollar. Esta serie de fenómenos nos dan a entender que hablar de ruptura no es del todo correcto, es quizá más una evolución que nos permite comprender mejor ciertas manifestaciones del siglo XV.


Este movimiento surge en Italia a fines del siglo XIV y principios del XV, expandiéndose con fuerza a Europa a mediados del siglo XV, y desde mediados del siglo XVI al mundo hispanoamericano. Es un movimiento universal pero que adopta las características y modos propios del pasado de las naciones a través de un proceso de asimilación. El que su origen sea italiano es porque Italia es fundamental por su pasado histórico que ahora se quiere recuperar e impulsar. Además hay otro factor relevante y es que en Italia nunca hubo un arraigo total y fuerte de lo medieval como ocurrió en Europa, precisamente porque aún estaba latente el espíritu clásico.



Politicamente Italia se organizó en torno a ciudades-estado que obtuvieron un gran auge artístico y político encabezadas por Florencia. Tras la muerte de Juan Galeazzo Visconti en 1402 los intentos por hacer de italia un reino unido bajo el mando de un solo gobernante, excedieron sus posibilidades reales. En el Renacimiento la historia de Italia es la de sus cinco estados principales: Florencia, Milán, Nápoles, Venecia y el Papado. Las constantes luchas por ampliar las fronteras hicieron posible la creación de un nuevo grupo social: los Condottierieran personajes especializados en la guerra, grandes estrategas que estaban generalmente al mando de una compañia, aunque, en última instancia, su suerte la decidían el poder, ls necesidades, los objetivos y los recursos del príncipe o Estado al que servía. Las guerras entre los estados italianos se hacían mediante contratos, por tanto a través de los condottiero, durante casi dos siglos. Esta tradición pseudo-mercenaria se hizo presente en europa desde el siglo XIII, gracias en parte al desarrollo económico de las ciudades, el crecimiento demográfico y la tradición de las Cruzadas, haciendo posible que parte de la clase de terratenientes se aúnen para producir un gran excedente de grupos armados fuertemente cualificados.


Desde finales de l siglo XV los condottieri fueron personajes para los que la guerra era una empresa esporádica más que una actividad permanente; la clave de este sistema se basaba en la condotta, contrato en el que se especificaban las condiciones de los servicios prestados por el capitan y sus soldados y su retribución por ellos. Este tipo de contrato se utilizó en otros ámbitos, gracias al nacimiento de una fuerte burguesía p´rospera que buscaba su propio beneficio. Nace ahora la clientela, debido a que la economía se va liberando y van tomando autonomía los pequeños comerciantes y banqueros que, con su mecenazgo, van a impulsar relaciones comerciales a nivel nacional e internacional. Pero este movimiento de capital no estaba controlado por un Estado fuerte que promoviera dichas iniciativas, sino que generalmente funcionaban como empresas privadas, gestionadas a menudo sobre una base familiar, subordinándose a la iniciativa de un linaje o clase social acomodada. Generalmente se trataba de aristrócratas que no eran miembros de la nobleza ni pretendían serlo, y, sin embargo, eran reconocidos como personajes de alto prestigio en la sociedad renacentista. Se mantenían al margen de la corte, valiéndose de la situación de que el príncipe o monarca no conocían los mecanismos financieros, abriéndose para ellos un campo extraordinario de oportunidades como operadores económicos o intermediarios entre ellos financiando algunos de los gastos extraordinarios de la corte. Pero aun sin pertenecer a la clase nobiliaria y eclesiástica, gracias a su capital rivalizaron con ellos.




El nacimiento del mecenazgo impulsó tambien planteaminetos gremiales, siendo la propia ciudad la que generosamente propició con los fondos de sus arcas el engrandecimiento de las ciudades. Así, por ejemplo, el Hospital de los Inocentes de Florencia fue costeado por el gremio del arte de la seda.




Ya hemos dicho antes que el Renacimiento surgió en Italia, pero además, el Renacimiento del siglo XV se da solo en este país. Se puede decir que en Francia, España y Alemania hacia 1450/1500 ya se conoce este movimiento, pero no se desarrolla plenmente hasta el siglo XVI. El renacer de Italia estuvo ligado a la idea de la recuperación de la grandeza de Roma, que tras la caída del Imperio Romano, y un periodo de anarquía y confusionismo, desde el quattrocento se trata de romper con esa etapa bárbara para volver a esa idea de grandeza latina. La pérdida de poder de la iglesia hizo que se propagaran las herejías, que finalmente darán a fines del siglo XVI la Reforma Protestante.




En esta épocael Imperio Bizantino se tambaleaba por los Turcos; la economía Europea estaba en crisis y las revueltas se propagaban. Esta etapa de crisis afectó al pensamiento: el escolasticismo de la Edad Media cae en un escepticismo radical. Los primeros pensadores cristianos concedían una primacía al espiritualismo sobre lo material, existía una visión providencialista, el poder de los Papas sobrepasaba al de los Príncipes y esto dio lugar a inicios del Renacimiento a enfrentamientos entre ambos poderes.




Teorías de inicios del Renacimiento proponen que el gobierno es una institución terrenal pero de origen divino. Surgen entonces nuevos pensadores que renuevan la teoría política, exigiendo la separación de poderes: el gobierno es una institución terrenal de invención humana que no tiene nada que ver con la divinidad. Uno de los primeros teóricos en afirmar esta otra teoría fue Dante, que, en su obra De Monarquia defiende la autoridad civil sobre la eclesiástica. Otros tantos pensadores proponen esta división como Marsilio de Padua y Guillermo de Occam entre otros.


La teoría política de este periodo llega a su culmen con Maquiavelo, pensador que influirá posteriormente en el pensamiento del Barroco. Este autor propone por primera vezla total separación de poderes entre la Iglesia y Estado, pero incluso fue más allá: en su obra Discursos afirmó que el objetivo de un buen gobernante debía ser el bienestar de su comunidad, por tanto el soberano podía saltarse cualquier cuestión moral, ética o religiosa. La polémica estaba servida en los núcleos eclesiásticos, culminando con la Reforma. Todas estas ideas fueron posibles también gracias a los avances científicos de este periodo. La ciencia cobrará un fuerte desarrollo gracias al humanismo y a inquietud intelectual. El Humanismo tiene sus antecedentes en plena Edad Media, en la modernidad del pensamiento de Abelardo, filósofo francés del siglo XII, que propugno una filosofía individualista ensalzando la grandeza humana, en un momento en que domina la idea de Dios sobre lo terrenal. Un poco más adelante otro antecedente aislado fue la corriente humanista desarrollada en el siglo XIII en la Universidad de Charyres, donde se animaba a profundizar y conocer el mundo clásico. Este brote aislado francés se da en Italia en términos similares en los círculos cultos de Florencia, en la Academia Neoplatónica costeada por los Médici. El término Humanismus fue acuñado en 1808 por el alemám Netharmer, refiriéndose al valor formativo en la educuación de los clásicos grecolatinos. El humanista del Renacimiento era por definición un erudito, un hombre culto, enamorado de la antigüedad y perocupado por el estudio de todas las disciplinas en el campo del saber. Se siente atraído por la filosofía de Platón.

Los dos máximos defensores de las concepciones platónicas fueron Marsilio Ficcino y Piccolo della Mirandolla, que fueron quienes fundaron la Academia Neoplatónica de Florencia. En teoría defendían el pensamiento platónico adaptándolo al concepto cristiano. En la Academia se promovió el estudio y la traducción de la cultura latina, destacando Pietro Bracciolini que descubrió el Tratado de Arquitectura de Vitrubio, que será el modelo tratadístico de los siglos XV y XVI; también es importante la figura de Poliziano que recuperó el interés por la mitología, haciendo resurgir el paganismo en el arte cristiano.




El hombre humanista se centra en el estudio de la cultura clásica, en el estudio del hombre como individuo y en su capacidad intelectual para el estudio de todos los campos del saber: ciencia, filosofía, arte...El ideal es un hombre completo, armónicamente desarrollado en lo físico y en lo espiritual que no limita su saber a un campo concreto, sino abierto a lo universal. La plena confianza que se tiene en el hombre da lugar al antropocentrismo. El prototipo de humanista lo encontramos en Leonardo da Vinci. El intelectualismo de este periodo produjo grandes avances en el mundo de las ciencias, acrecentado por el descubrimiento de la imprenta que ayudó a la difuesión de los saberes por todas las cortes Europeas. El hombre en el terreno científico trata de profundizar en las apicaciones y fundamentos de la ciencia; así hay un gran desarrollo de la oftalmología; las cátedras de cirugía y anatomía en las Universidades serán desarrolladas por los médicos que se van dirigiendo cada vez más por el camino práctico como Miguel Servet, que publicó el Tratado de Terapeútica donde manifiesta ser el descubridor de la circulación pulmonar, dejando la puerta abierta para que posteriormente se descubra la circulación de la sangre.




La astronomía fue uno de los campos más importantes en el progreso científico, que influirá en el cambio de pensamiento de los europeos gracias a la obra de Copérnico De Revolutionibus Orbium Caelestium donde tira por la borda las teorías geocentristas de Ptolomeo, afirmando un sistema heliocéntrico que explica de manera más efectiva los fenómenos astronómicos observados. Se producen también extraordinarios inventos en el campo de la ciencia de la navegación, impulsados por el descubrimiento de América: aparece el astrolabio y el nocturlabio, la carta naútica o portulario, inventos que facilitaron la navegación y el afán de aventura y conquista de nuevos territorios.




A partir del siglo XVI estos conocimientos comienzan a difundirse por toda Europa, pero antes de terminar esta brevísima introducción al Renacimiento hay que mencionar un hecho importante que marcó el paso de este periodo al Barroco, y que conocemos como la crisis Manierista. En 1527 los ejércitos del emperador Carlos V tomaron Roma y la sometieron a un brutal saqueo donde fueron hechos prisioneros el Papado y el Sacro Colegio Cardenalicio. Durante nueve meses toda la cristiandad estuvo sin guía, augurando ya el cambio con la Reforma que desde Alemania se pedía con fervor. Un cambio que defraudó a muchos en su esperanza por la renovación de la iglesia porque no llegó a culminar hasta varios años después y sin cuajar en Roma. Pero, como indica André Chastel en su obra El Saco de Roma desde esta fecha ya nada fue igual: esta crisis no sólo supuso un trágico ejemplo de la guerra, sino que dio lugar a la difusión de una nueva mentalidad que afectó tanto a las artes como a las letras más allá de Italia. Así surge el manierismo, término que deriva del vocablo italiano Manieray que se refiere a los distintos modos gramaticales de diverso significado. El significado más parecido sería estilo, aunque la maniera era considerada un atributo inherente al arte. La llegada del Manierismo está relacionada con la creación y práctica de un tipo completamente distinto en su personalidad, dotado de facultades individuales propias, esto suponía una liberalización en parte de las reglas estéticas que se promovieron desde las Academias del Renacimiento.




El Manierismo surge en un periodo de crisis como una transición no sólo debida a un antihumanismo, como se ha intentado ver, sino que se suman una serie de factores que, de manera inherente, hacen que aparezca la ruptura: el saqueo de Roma, la preparación del Concilio de Trento, la nueva orientación de las rutas comerciales, la revolución económica en toda Europa y la crisis econímica en el ámbito mediterráneo, que hacen realidad la crisis y también en parte la disolución del humanismo en Italia, en favor de una mentalidad que es por un lado racionalista hasta el límite, y por otro lado radicalmente antiintelectualista. Esta crisis comenzó con la duda de si eran concordantes las necesidades espirituales y corporales con las creencias religiosas y la salvación, dando lugar a un arte donde lo espiritual no era representado como algo que se consumía en las formas materiales, sino que podía ser sugerido más allá de los límites de las formas. De esta manera el manierismo como antihumanismo, como filosofía de vida y como nueva dirección por sus tendencias opuestas al Renacimiento, podría designarse como Contrarrenacimiento. El Manierismo es por tanto, una manifestación de crisis, la necesidad de nuevos horizontes para ser explorados que se produce , sobre todo en el ámbito del arte, y que augura el nacimiento de un nuevo periodo: el Barroco.




Texto de Mónica Diez de la Cortina

Leonardo da Vinci

La mona lisa
La ultima cena

Miguel Angel

El juicio final


El David

La Capilla Sixtina


La Capilla Sixtina debe su nombre al papa Sixto IV della Rovere (1471-1484), que quiso edificar un nuevo ambiente de grandes dimensiones en el lugar donde surgía la “Capilla Magna”, aula fortificada de edad medieval, destinada a las reuniones de la corte papal. En ese tiempo la corte contaba con unos 200 miembros y estaba compuesta por un colegio de 20 cardenales, representantes de las órdenes religiosas y de las familias más importantes, del complejo de los cantores, de un gran número de laicos y de criados. La construcción sixtina también debía responder a las exigencias defensivas de dos peligros que entonces amenazaban: la Señoría de Florencia, regida por los Médicis, con quienes el papa estaba en permanente tensión, y los turcos de Mahmut II, que en esos años amenazaban las costas orientales de Italia. Su realización empezó en 1475, año del Jubileo proclamado por Sixto IV, y se concluyó en 1483 cuando, el 15 de agosto, el mismo papa inauguró solemnemente la Capilla, dedicada a la Virgen de la Asunción. El proyecto del arquitecto Baccio Pontelli utilizaba hasta un tercio de su altura las paredes construidas en época medieval.

HOMBRE DE VITRUVIO

Este dibujo se ha convertido en un auténtico símbolo ya que recoge varias de las ideas claves del pensamiento renacentista: el hombre medida de todas las cosas, la belleza ajustada a cánones, equilibrio, proporción y demás. El dibujo responde perfectamente al esquema descrito por Vitruvio

LA COMPRENSIÓN DEL TIEMPO EN EL CRISTIANISMO





La comprensión cristiana del tiempo se apoya en el concepto cíclico de la eternidad que es infinita y en la siempre presencia de Dios. Dios está en todas partes, en todos los tiempos, simultáneamente en todos los tiempos. De este modo el tiempo es una substancia otorgada por Dios a la naturaleza y a los hombres. La medición del tiempo o su mal uso es un pecado. Este significado del tiempo como substancia impide la representación que los hombres y mujeres pueden llegar a disponer del tiempo, consecuentemente en este esquema la utilización económica del tiempo está proscripta, el cobro de intereses y el comercio son ilícitos. En la Europa medieval el presente no tenía autonomía. Existían cuentos pero no la historia.




La organización socio-económica del Medioevo se basaba en la economía familiar, las actividades económicas y las no-económicas eran inseparables, integraban un todo. No existía ninguna representación que diferenciara el tiempo laboral del tiempo libre y de la vida. El cambio de la organización social europea a partir del siglo XIII socavó la comprensión del tiempo eterno del Medioevo.




En el cristianismo se encuentra a la par de la anterior, otra, una comprensión lineal del tiempo: Tiempo como el sentido para aspirar a la redención. Con Augusto emergió la representación de la historia como un proceso. Este concepto lineal de la historia se diferenciaba del pensamiento cíclico del retorno eterno.




En el pensamiento religioso el concepto del tiempo sigue vigente, pero no sólo relacionado con el cambio de las estaciones, primavera, verano, otoño e invierno, sino también como camino para la propia liberación y con él, la de todo el mundo.